La vida es como el bambú

La vida es como el bambú

La vida no es una historia apta para impacientes. Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo hace muy especial. Estos días, revisando el material para un curso de formación, me encontré de nuevo con esta historia que había olvidado. Es una historia no apta para impacientes. En su proceso de crecimiento, siembras la semilla del bambú, la abonas y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses, no sucede nada apreciable. En realidad, no sucederá nada durante los primeros “siete años”. Durante el séptimo año y en un período de tan sólo seis semanas la planta de bambú será capaz de crecer más de 30 metros.

Durante los primeros largos siete años de aparente inactividad, el bambú genera un complejo sistema de raíces. Un sistema que le va a permitir sostener su posterior e imponente crecimiento. La vida es como el bambú. Los proyectos no producen sus frutos, de un día para otro. Necesitan su tiempo, requieren de paciencia, de grandes dosis de perseverancia, de compromiso con uno mismo, confianza. Requieren de la suma de porque no, de pequeñas acciones y esfuerzos cada día.

El éxito, el triunfo, no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.

— La vida no es una historia
apta para impacientes


Ángel Romero
Autor Blog — Pensar el Camino
Founder Superbrand

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